Aquí estamos.
Bienvenidas y bienvenidos a una publicación más en el blog Mi Arro’ con
Pollo... sin Huesos. El pasado domingo celebramos en Puerto Rico a las madres.
Hoy quiero compartir con ustedes unas cualidades admirables que comparten
ellas.
Primero lo primero. Mis felicitaciones a todas las mujeres, mis fieles
lectoras, y todas aquellas madres que se encuentren con esta publicación.
Principalmente, quiero felicitar a mi madre y agradecerle por todo lo que ha
hecho por mí. A mi abuela, mis tías, mi hermana, mi suegra, mis cuñadas, mis
amigas, mis compañeras de trabajo, la tía de mi esposo y todas las bellas
mujeres con las que comparto que son madres, mil felicitaciones. A todas las
admiro por ese rol tan especial.
Las madres para mí son:
1.
Valientes- Solo me imagino el día que me toque (si me toca). Pasar por
todas las etapas del embarazo, luego el
parto y ni pensar en la crianza. Si no es valentía debe ser amor o una cosa así
bien grande. La realidad que las mujeres experimentan demasiados cambios
hormonales, físicos y emocionales durante ese proceso que no hay otra opción
más que ser valientes para sobrellevarlos. Por eso es una de las cualidades que
admiro de las madres.
2.
Fuertes- Las madres tienen que ser fuertes desde el embarazo. Muchas
reciben noticias de que sus bebés llegarán con complicaciones de salud, otras
tienen que lidiar con diferentes experiencias nada sencillas como las muy
conocidas malas barrigas, entre otras muchas. Durante el parto hace falta ser
lo suficientemente fuerte para no “morir en el intento” y combatir los dolores
propios de este proceso. Algunas le va fácil, pero cuando escucho las historias
de mujeres que han durado hasta 24 horas con esos dolores me estremezco. Luego
de dar a luz la fortaleza sigue siendo indispensable para enfrentarse a la
tarea de cuidar de un ser totalmente indefenso, inocente y dependiente. Deben
ser lo suficientemente fuertes para enseñar y dar una buena crianza a sus hijas
e hijos, una que tenga como resultado final individuos de bien que aporten a la
sociedad. Ni hablar de aquellas que aún después de dar una educación de
excelencia deben enfrentarse con malas decisiones de los hijos. Por eso,
también las admiro.
3.
Sacrificadas- Cuando pienso en las madres está cualidad siempre viene a
mi mente. No sé si me equivoque, pero desde mi percepción todas las madres
hacen sacrificios por sus hijos. Cuando los niños se enferman, cuando se
levantan en la madrugada e interrumpen su sueño, el hecho de que muchas crían
solas y otros cuantos malabares que deben hacer para cumplir con sus diversos
roles (madres, trabajadoras, esposas...) Definitivamente admirables.
4.
Amorosas- Todas las madres son amorosas. Unas más que otras y todas de
forma distinta, pero no creo que hayan madres que no amen a sus hijos. Que
muchas veces se enfrentan a procesos difíciles o las circunstancias de vida las
hagan parecer todo lo contrario a amorosas, eso no me toca juzgarlo. Para mí,
el hecho de decidir tener un bebé no importa a las diferentes circunstancias
que deban enfrentarse eso es amor.
5.
Multifacéticas- Siempre veo las madres con brazos como pulpos haciendo
mil tareas al mismo tiempo. Todas se convierten en multiprofesionales por sus
hijos; son cuidadoras, maestras, doctoras, cocineras, artistas de teatro,
psicólogas, consejeras espirituales, agentes investigadoras (mejores que el FBI)
y por ahí la lista continúa. Definitivamente, todas unas heroínas, SÚPER MADRES
con súper poderes.
Y dentro de las cualidades que más admiro de las mujeres y más aún de las
madres es que son...
1.
ÚNICAS- Cada una a su estilo, a su ritmo y con su propia personalidad.
Todas comparten muchas cualidades, pero no hay dos madres iguales. Pueden todas
ser valientes, fuertes, sacrificadas, amorosas y multifacéticas, pero todas a
su manera. Por eso todos los hijos nos atrevemos a decir “mi madre es la mejor
del mundo”. Y no mentimos, porque cada una es única en nuestro mundo.
Algo que tengo muy claro también es que no hay madre perfecta, pues la
maternidad no llega con un libro de instrucciones. Es un proceso de constante
aprendizaje incluso con cada uno de sus hijos es una experiencia distinta. Por
todo lo anterior las admiro infinitamente y honro con este escrito su gran
labor.
Espero que esta publicación les haya gustado y que cada una de ustedes
madrecitas hayan sido consentidas, honradas y muy amadas en su día. A los hijos
e hijas que lean esto compártanlo con esa mujer que les regaló la vida y aprendamos
que no solo hay que celebrarla el segundo domingo de mayo sino cada uno de
nuestros días.
Si te gustó esta publicación o tienes algún comentario o idea para mí
déjamelo saber usando el área de los Comentarios o el de Contáctame
que aparecen al final de esta publicación.
Les comparto esta frase:
“No existen mamás perfectas, sólo reales que ríen, juegan, crean, acompañan, construyen,
pierden la paciencia, luchan, se cansan, y al día siguiente, vuelven a
intentarlo todo con más AMOR”. –Autor desconocido
Súmate a Mi Arro’ con Pollo...
sin Huesos dándole al botón de Suscribirse
en el blog, sígueme en mis redes sociales Facebook, Instagram y Twitter para que
no te pierdas lo que comparto cada día, y comparte mis publicaciones con
aquellos amigos y familiares que sabes les gustará mi contenido.
Hasta leernos otra vez.
María Magdalena ;)
Comentarios
Publicar un comentario
Saludos y gracias por ser parte de mis lectores. Gracias por dejar tu mensaje aquí. ♥