Aquí estamos.
Bienvenidas y bienvenidos a una nueva publicación en
el blog Mi arro’ con Pollo... sin huesos. Hoy quiero hablarles de aquellas
cositas que se vuelven tradición o rutina en nuestras vidas y con las que
deberíamos tener cuidado. Por ejemplo: Hubo unos días que no me habían visto
mucho en las redes y no les había publicado en este blog porque algo que se
quiere volver una tradición en mi vida desde hace un año atrás es que para
estas festividades estoy enferma. Desde una semana antes del día de Acción de
Gracias comencé a batallar con los síntomas de gripe o catarro como le decimos
en PR. El año pasado para esta misma fecha estuve con un catarro que no se me
iba con nada, que terminó siendo una congestión nasal que se convirtió finalmente
en una rinitis alérgica. Este año me comenzó un poco de catarro, congestión y fiebre, pero no dejé que me llegará a empeorar como anteriormente. Eso no es
para nada una bonita tradición y en ocasiones podría decirse que incluso es
difícil de evitar con los cambios naturales del clima. Sin embargo, hay otras
cosas que se vuelven rutina, costumbre o tradición en nuestra vida de las
cuales sí tenemos más control. ¿Cuáles son? Continúa leyendo para que te enteres.
1. Dejar que otros
decidan por ti- Analiza cuantas de las
decisiones que has tomado durante tu vida hasta el día de hoy surgieron de ti o
fueron el deseo de otros. Por ejemplo: ¿estudiaste lo que te apasionaba o
simplemente fue lo que tus padres te dijeron que debías estudiar? ¿El estilo de
vida que llevas es el que quieres tener o continúas con el estilo que
aprendiste de alguien más? La ropa que usas, ¿quién o qué la escoge? Es tu estilo
o el que dicta la moda del momento. Y podría seguir mencionando un sin número
de decisiones que a veces permitimos que otros sean los que las determinen. Si
te va bien así perfecto, pero si sientes que no eres tú, que tienes que
esforzarte demasiado para cumplir con todo eso o que simplemente no es lo que
quieres vivir, debes buscar cómo cambiarlo y encontrar lo que realmente te haga
feliz.
2. Fijarnos solo en lo
negativo- Hay personas, y me incluyo, que en
ocasiones solo vemos lo malo que nos ocurre. Que teniendo un montón de razones
para estar alegres y agradecidos nos quedamos mirando solamente a lo que nos
salió mal, a lo que no resultó o a lo que no obtuvimos. Nos quedamos estancados
en el día que tuvimos que cambiar el plan porque algo, alguien o incluso
nosotros mismos fallamos. Solemos ver las pruebas solo como eso y no como lo
que son, oportunidades para hacer algo diferente, para descubrir fortalezas y
capacidades que hasta ese momento no sabíamos que teníamos. Esa costumbre de fijarnos solo en lo negativo
nos impide ver las oportunidades, las bendiciones, lo mucho que tenemos y lo
que podemos llegar a alcanzar. Definitivamente, debe ser una tradición que
debemos eliminar de nuestras vidas.
3. Responsabilizar a
otros de lo que es nuestra responsabilidad-“Es
que no pude completarlo porque fulanita no me ayudó con esto”, “Es que yo soy
así porque me han decepcionado tanto que no puedo ser de otra forma”, “No puedo
alcanzar esto porque aquel me hizo algo”, “No terminé de estudiar porque pasó
tal situación o porque el profesor es de cierta manera y me di de baja” y por
ahí miles de excusas más que muchas veces damos y que responsabilizan a otros
por lo que es nuestra responsabilidad. Porque claro, puede que hayas tenido un
profesor que sea tremendo y sirva de piedra en el camino, pero no por eso vamos
a dejar de hacer nuestra parte. Quizás hubo una persona que te ayudaba en algo
y dejó de hacerlo, pero eso no te debe limitar a que puedas completarlo.
Posiblemente, te han decepcionado una y mil veces y sientes que debes cambiar
tu forma de ser, pero no es así. Comienza a asumir tu responsabilidad. Comienza
a actuar tomando el control de cómo reaccionas a los sucesos que posiblemente
no hay forma de evitar y que interferirán con tu progreso en la vida. Pueden
pasar muchas situaciones, sin embargo el o la responsable de cómo afectan y el
impacto que tienen en tu vida eres tú. Solo hay que encontrar rutas alternas
cuando se nos cierre el camino, una nueva llave cuando alguien nos cambie la
cerradura y descubrir las cualidades que ni idea que teníamos para alcanzar lo
que sea que deseamos.
4. Vivir esperando que
ocurra "x" evento para ser feliz- Este es
el clásico de todas las tradiciones. Escuchamos decir: “Es que en este momento
no soy completamente feliz porque no he logrado cierta meta, pero verás que
cuando la alcancé ahí sí que seré completamente feliz”. Entonces, cuando se
cumple la meta aumenta esa felicidad, pero luego se tiene que buscar otra meta
porque de lo contrario no se encuentra razones para vivir feliz. Pues no,
tenemos que ser feliz cada momento. Con las metas cumplidas, al comienzo o en
proceso de trabajar por ellas. No tenemos por qué esperar a conseguir algo
significativo para ser feliz, es más he aprendido a ser feliz con solo abrir
mis ojos en la mañana porque es una nueva oportunidad que Dios me regala de
vida. Tenemos que comenzar a cambiar esa idea que hemos aprendido a lo largo de
nuestra vida. Debemos ser feliz porque a eso vinimos a este mundo. Tenemos que
encontrar la felicidad desde nuestro interior y luego verla en cada una de las
experiencias que vivimos.
5. Ponerte siempre de
último- Somos buenos para ayudar a media
humanidad. Somos excelentes para reconocer las virtudes de otros y hacerle
obsequios a todos. ¿Y cuándo te ayudas a ti mismo, te reconoces capaz y te
haces obsequios? Pasa mucho con las madres, van a las tiendas y en ocasiones
fueron buscando algo para ellas y terminan comprando para sus niños. Nos pasa a
todos que queremos ayudar a la familia, al esposo, a los amigos… a todos. Llenamos
las agendas y de momento nos vamos olvidando de sacar espacios para nosotros
mismos. Nos pasa a todos que nos piden que describamos cualidades en los demás
y los papeles no nos dan, ahora, nos piden mencionar tres cualidades nuestras y
no se nos ocurre nada. Y claro, no está mal que estemos pendientes de otros, lo
malo es poner todo y a todos antes que a uno mismo. De vez en cuando hay que decir “no” a
los demás y “sí” a nosotros mismos. A fin de cuentas si no nos cuidamos y
mantenemos bien poco podremos ayudar a otros efectivamente.
¿Qué
piensas de esta publicación? ¿Te identificas con alguna de estas tradiciones? ¿Qué
otras tradiciones poco saludables puedes mencionar? Lo importante de todo es
que si hemos identificado una tradición, costumbre o rutina que no nos gusta o
que deseamos que fuera diferente tenemos el poder para cambiarla. Fue mi caso
con la mayoría de ellas. Por lo que, ahora trabajo para reprogramar mi mente,
mi perspectiva y mi actitud ante cada experiencia que la vida me presenta.
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tus ideas, impresiones y comentarios utilizando el área de los Comentarios
o el de Contáctame que aparecen al final de esta publicación.
Les
comparto esta frase: “Que tus acciones le rindan honores a los deseos más
profundos de tu corazón”. –Esteven Valencia
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Hasta leernos otra vez.
María Magdalena ;)
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